Por Pegaso
Sentado en mi mullido cumulonimbus veía con preocupación algunas notas periodísticas donde se contabilizaban más de 64 muertos en apenas 45 días de intensa batalla entre grupos de la delincuencia organizada.
Lo malo no es que se maten entre ellos, sino los efectos colaterales, las muertes de civiles inocentes que quedan en medio de las balaceras, el terror, la angustia y las pérdidas económicas.
No comparto la visión derrotista de doña María Antonieta García, Presidenta de la Cruz Roja que dice que Diosito nos puso aquí para ponernos a prueba y que debemos poner la otra mejilla.
O como le dice el Chómpiras al Botija y a la Chimoltrufia cuando comete alguna estupidez: «¡Míralo por el lado amable!»
Aunque el crimen organizado no tiene una cara amable, me puse a pensar que tal vez haya una cosa en la que sí ha hecho valiosas aportaciones.
El lenguaje se ha visto enriquecido por los términos utilizados por miembros de los grupos criminales, a tal punto que se han popularizado y ya son de uso general entre la raza mahuacatera.
Ayer mismo que elaboraba la columna sobre el tema de los marucheros me vino a la menta elaborar un Pequeño Diccionarco que ilustre a los lectores sobre los neologismos que podrían dentro de poco, formar parte del ya de por sí extenso Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
Si la palabra «cantinflear» pudo entrar a ese selecto compendio, ¿por qué no pueden ingresar algunas otras que provienen del léxico popular, como «panochón», «tacha» o «entambado»?
Editorial Pegaso se honra en presentar a sus lectores el Pequeño Diccionarco, como una aportación a la evolución natural de las letras españolas:
-Apá: Palabra genuflexiva con la que llaman los delincuentes de baja monta a sus superiores. Ampliamente adoptada por los limpiaparabrisas para obtener un peso de los automovilistas.
-Buchona: Dícese de las jóvenes y curvilíneas acompañantes de los jefes de la delincuencia organizada que se operan las bubis para satisfacer sus fijaciones orales. El término masculino se usa para describir a los sicarios novatos y bravucones.
-Bazuco: Cigarrillo que combina marihuana con cocaína.
-Cártel: Unidad básica y funcional de la delincuencia organizada.
-Dedo: Individuo que denuncia a las autoridades a determinada persona o grupo de personas ligadas al crimen organizado.
-Encajuelado: Persona muerta, difunta o fallecida que es trasladada hasta su destino final en la cajuela de un auto.
-Encobijado: Lo mismo, pero con una cobija como mortaja.
-Entambado: Igual que el anterior, pero en lugar de sábana termina en un tambo.
-Grapa: Pequeña dosis de droga de baja calidad.
-Guachacolero: Sujeto dedicado a ordeñar los tubos de combustible, muchas veces en complicidad con las autoridades.
-Halcón: Heroico jovenazo que se pone en una esquina con radio y cachucha para reportar el paso de las autoridades.
-Levantón: Acción y acto de levantar a alguna persona, inocente o no, con el fin de pedir rescate o como venganza.
-Mañoso: Empresario del ramo del trasiego y logística de ennervantes, con otras actividades productivas, como la privación ilegal de la libertad, extracción de hidrocarburos de ductos de PEMEX y otras.
-Maruchero: Individuo de gustos exquisitos que se alimenta exclusivamente con sopa Maruchan que toma prestada de las tiendas de conveniencia.
-Narcotúnel: Salida discreta de los jefes de la delincuencia organizada cuando se encuentran de vacaciones en algún reclusorio del país.
-Panochón: Sujeto que habla mucho con quien no tiene qué hablar.
-Plaza: Mercado cautivo de un grupo del crimen organizado.
-Plomear: Surtir de plomo.
-Pozolero: Sujeto al que se le ha confiado la útil tarea de hacer desaparecer los restos de los secuestrados mediante ácidos y otros disolventes.
-Puntero: Dícese de la persona que está comisionada en un punto geográfico de la ciudad.
-Romero o Radiero: Sujeto que reporta mediante radio la ubicación de las fuerzas armadas del gobierno.
-Sapo: sinónimo de soplón.
-Sicario: Valiente elemento del crimen organizado que suele rehuir el enfrentamiento con la policía y el Ejército.
-Topón: Encuentro amistoso entre dos grupos rivales de la delincuencia organizada.
Como hemos visto, son nuevos términos que pudieran entrar dentro de poco tiempo en el ámbito académico e intelectual de México y el resto de los países hispanoparlantes.
Nos quedamos con el refrán mexicano estilo Pegaso: «Me abstuve de cometer tal acción; quien lo hizo fue Teresa». (Yo no fui, fue Teté).